El anhelo de convertirse en empresas guiadas por datos ha dejado de ser una simple aspiración a una necesidad. Con el tiempo, la fragmentación de datos, la proliferación de herramientas y la complejidad tecnológica han frenado el avance hacia una gestión sólida. Además, la incorporación de inteligencia artificial y otras tecnologías ha cambiado lo que los equipos necesitan: información confiable y alineada a casos de uso con objetivos de negocio claros y definidos.
En este contexto, el desafío ya no es únicamente técnico, sino que profundamente estratégico.El camino a ser una organización impulsada en datos involucra desafíos más allá de la tecnología, siendo las personas agentes claves para el éxito y crecimiento de las organizaciones.
La gobernanza como eje para transformar datos en valor
Las arquitecturas de datos tradicionales siguen operando con soluciones aisladas, lo que genera silos de información, dificulta la comunicación, ralentiza las operaciones y eleva los costos de procesamiento. Por eso, se vuelve imprescindible contar con arquitecturas integradas que permitan una operación coherente y unificada, capaces de consolidar los datos en un entorno común y facilitar el uso de estos para la generación de valor, ya sea generando ingresos al mejorar la experiencia de clientes y reduciendo tiempos y costos asociados a gestiones diarias.
Para lograr no solo optimización, sino una verdadera transformación en el uso de datos dentro de los equipos, la gobernanza de datos debe ser un componente central al definir la arquitectura tecnológica y los procesos que respaldan la colaboración entre personas y tecnologías como bots o inteligencia artificial. Asegurando así el linaje, la trazabilidad y la calidad de los datos.
Solo con una visión integrada, donde la estrategia de negocio se alinee a los principios sólidos de gobernanza, será posible avanzar hacia un futuro verdaderamente impulsado por datos.
Una Arquitectura de Datos Responsable y Preparada para el Futuro
Ante este panorama, uno de los mayores retos que enfrentan las organizaciones es cómo diseñar arquitecturas que les permitan identificar, proteger y gestionar datos sensibles de manera eficiente. Dada la búsqueda constante de cómo utilizar la información para promover el crecimiento, las organizaciones deben adoptar una postura proactiva y responsable frente al tratamiento de datos personales.Esto no solo garantiza que los casos de uso minimicen sesgos y errores, sino que también responde a la necesidad de cumplir con la nueva Ley de Protección de Datos Personales, cuya entrada en vigor se espera para fines de 2026. La Ley 21.571 establece nuevos estándares sobre los derechos fundamentales de las personas, regulando el acceso, rectificación, eliminación y portabilidad de sus datos, incluso cuando estos son tratados fuera del país.
Además, las empresas estarán obligadas a responder ante incidentes de privacidad en plazos estrictos, por ejemplo: reportando brechas de seguridad dentro de las primeras 48 horas. Las sanciones por incumplimiento no son menores: en Chile, podrían ir desde las 5.000 hasta las 20.000 UTM.
¿Estás preparado para liderar?
En Backspace, te guiamos en la construcción de una estrategia de gobernanza de datos sólida y efectiva, que asegure una gestión confiable, el cumplimiento normativo y la adopción de tecnologías junto a tus equipos.
